La Ministra de Desarrollo Social (MIDES), María Inés Castillo, y el Coordinador Subregional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Mesoamérica y Representante en Panamá, Adoniram Sanches, firmaron hoy la ampliación del Programa de Cohesión Social e Inclusión productiva.
La adenda permite una contribución de $1,090,00.00 millón, que sumado al $1,120,463.00 millón, hacen un total de inversión de $2,210,463.00 a favor de panameños de escasos recursos, que no tiene acceso a puestos de empleos.
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La ampliación de dicho programa, establecido mediante el acuerdo No. 012-2019, permitirá extender los servicios de capacitación y asistencia técnica a 1,327 familias de los distritos de Ñurum, Muna y Jirondai, en la Comarca Ngäbe Buglé, y al Distrito de Cémaco de la Comarca Emberá Wounaan. En total, la iniciativa mejorará la inclusión productiva de 2,700 familias beneficiarias de los programas de transferencias monetarias del MIDES y que desarrollan proyectos avícolas y agrícolas.
La ministra María Inés Castillo de Sanmartín, destacó la acción, como un paso importante para combatir la pobreza, el hambre y la desigualdad en las poblaciones vulnerables del país, al permitir nuevas oportunidades de desarrollo en las áreas apartadas.
Agradeció la colaboración de la FAO como un aliado estratégico que ha permitido al Estado redoblar los esfuerzos por implementar proyectos que les permite a sus beneficiarios generar ingresos a partir de actividades rentables y autosostenibles, Permitiendo Movilidad Social y Empoderamiento.
Adoniram Sanches, Coordinador Subregional de la FAO para Mesoamérica y Representante en Panamá mencionó que Los mecanismos de protección social vinculados a estrategias de inclusión productiva, mejoran la capacidad económica de las familias y su calidad de vida; genera más oportunidades en las comunidades y contribuyen a fortalecer las economías locales.
También destacó la importancia de fortalecer las capacidades de las familias y el aprovechamiento de los recursos productivos de las indígenas con metodologías como las escuelas de campo, que combinan sus conocimientos y prácticas agrícolas sostenibles con técnicas que mejoran la productividad de sus sistemas agroalimentarios, fortaleciendo así su seguridad alimentaria y nutricional.
La metodología de escuela de campo parte del principio de las consultas libres, previas e informadas con las familias en las comunidades, donde técnicos agrícolas seccionados en las propias comarcas son promotores y facilitadores de intercambios de experiencias con la perspectiva de innovaciones en los sistemas productivos locales.
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Además de las escuelas de campo, el programa fortalecerá las capacidades de los productores locales para promover emprendimientos rurales que permitan incrementar sus ingresos. Las beneficiarias serán principalmente mujeres vinculadas a asociaciones de productoras existentes o formadas por el programa en las comarcas. Del mismo modo, se formulará un plan de comercialización que incluya todos los aspectos de la cadena de valor, adaptado al área de intervención.
Las actividades desarrolladas en el marco del proyecto respetarán las medidas de distanciamiento social mínimas de dos metros entre sí recomendadas, trabajando con grupos más pequeños de entre 10 y 12 personas.
Estas actividades forman parte del proyecto Cohesión Social e Inclusión Productiva, que impulsa el MIDES con financiamiento del Banco Mundial, dirigido a familias vinculadas al programa de Red de Oportunidades, desarrollado en la comarca Ngäbe Buglé y la Comarca Emberá Wounaan, en distritos focalizados dentro del Plan Colmena.